domingo, 25 de octubre de 2015

Como Fluir en Salmos, Himnos y Cánticos Espirituales - Parte 3

Como Fluir en Salmos, Himnos y Cánticos Espirituales

Una cosa principal para fluir en salmos es tu vida diaria de comunión con el Señor, el tiempo que estás pasando con Él.

Mucha gente descuida esto, y debido a las preocupaciones y afanes de la vida no tienen un tiempo para estar en la presencia de Dios y llegar a conocerlo íntimamente.

Como vimos en 1 Corintios 14:26: “¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.”

Cuando vamos a la iglesia llevamos aquello que hemos recibido cuando estamos pasando tiempo con Dios.

Fue en mi tiempo de oración diaria en que una mañana Dios me dio 4 principios básicos para fluir en salmos, himnos y cánticos espirituales en nuestra vida diario.

La Palabra de Dios More Abundantemente en Ti

Lo primero que me dijo fue: “La Palabra de Dios debe morar abundantemente en tu vida”.

En Colosenses 3:16 dice: “Que la palabra de Cristo (el Ungido) habite en ustedes en abundancia [y con todas sus riquezas], con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos (poemas u odas espirituales), himnos (canciones de alabanza y adoración dirigidas y dedicadas a Dios) y cánticos espirituales (canciones que dan revelación de la Palabra dada por el Espíritu Santo), cantando a Dios en sus corazones (espíritus) con acción de gracias” (Biblia Expandida de Fe).

La Palabra de Dios debe de morar de una manera abundante en nuestras vidas, no tener un conocimiento casual de las Escrituras sino pasar tiempo con Dios, estudiándola, meditándola, llenándonos de ella.

En mis más de 30 años de creyente he visto que la gente que se ha mantenido firme en el Señor con los años es la gente que ha dedicado tiempo a la Palabra de Dios.

Es la gente que ha crecido por el hecho de guardar la Palabra de Dios en sus corazones: “Por tanto, desechando toda malicia y todo engaño, e hipocresías, envidias y toda difamación, "desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis probado la benignidad del Señor.” (1 Pedro 2:1-3, La Biblia de las Américas).

Es en nuestro tiempo de estudio de la Palabra que crecemos en el Señor y podemos conocer la voluntad de Dios para nosotros.
En 1 Corintios 2:6-13 dice en la Nueva Versión Internacional:

1 Corintios 2:6-13
6 En cambio, hablamos con sabiduría entre los que han alcanzado madurez, pero no con la sabiduría de este mundo ni con la de sus gobernantes, los cuales terminarán en nada.
7 Más bien, exponemos el misterio de la sabiduría de Dios, una sabiduría que ha estado escondida y que Dios había destinado para nuestra gloria desde la eternidad.
8 Ninguno de los gobernantes de este mundo la entendió, porque de haberla entendido no habrían crucificado al Señor de la gloria.
9 Sin embargo, como está escrito: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman.
10 Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios.
11 En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.
12 Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido.
13 Esto es precisamente de lo que hablamos, no con las palabras que enseña la sabiduría humana sino con las que enseña el Espíritu, de modo que expresamos verdades espirituales en términos espirituales.

Al estudiar la Palabra de Dios empezamos a cambiar nuestro pensamiento, dejando nuestra forma de pensar plagada de la sabiduría humana y permitiendo que el Espíritu Santo revele la Palabra de Dios a nuestros corazones para poder conocer las cosas que Dios nos ha concedido.

Somos llenados de la Palabra de Dios y de ese modo podemos ser guiados y dirigidos por el Espíritu Santo que siempre nos lleva a toda verdad, tal como está escrito en Juan 16:13.

Juan 16:13
13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.


Por eso dejemos que la Palabra viva ricamente en nosotros para de ese modo poder fluir con salmos, himnos y cánticos espirituales.

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