domingo, 20 de abril de 2014

La Tumba Vacía

Sus enemigos lo vieron morir, pensaron que habían vencido, ya habían pasado tres días, cuando de pronto algo pasó que cambiaría el rumbo de la historia para siempre


El domingo, al amanecer, las mujeres fueron a la tumba de Jesús para llevar los perfumes que habían preparado. Cuando llegaron, vieron que la piedra que tapaba la entrada de la tumba ya no estaba en su lugar. Entonces entraron en la tumba, pero no encontraron el cuerpo de Jesús. Ellas no sabían qué hacer ni qué pensar.

De pronto, dos hombres se pararon junto a ellas. Tenían ropa muy blanca y brillante. Las mujeres tuvieron tanto miedo que se inclinaron hasta tocar el suelo con su frente. Los hombres les dijeron:

«¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? Recuerden lo que Jesús, el Hijo del hombre, les dijo cuando todavía estaba en la región de Galilea. Él les dijo que sería entregado a hombres malvados que lo matarían en una cruz, pero que al tercer día iba a resucitar.»

(Lucas 24:1-7 - Traducción en Lenguaje Actual)

Era mañana del domingo, las mujeres fueron a la tumba con los perfumes preparados, en tristeza recordando la muerte de aquel que palabras de vida traía.

Al llegar a la tumba, la piedra que la tapaba estaba movida, y la tumba estaba vacía.

De pronto dos ángeles aparecieron llenando de luz todo el lugar, y les dijeron estas palabras que cambiarían sus vidas para siempre:

"¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?"

Les recordaron las palabras de Jesús de que que moriría pero resucitaría al tercer día.

Ellas comprendieron, la tumba estaba vacía por que Jesús había resucitado.

Jesús vive hoy, este no es un día de lamento sino de alegría. porque la muerte no pudo retenerlo y Jesús salió victorioso de ella.

Y de la manera que Él resucitado es poderoso para dar vida a todos los que se acercan a Él.

Así que esta mañana acércate a Él confiado, confiésalo como tu Señor y cree que Dios lo levantó de los muertos.

Recuerda lo que dijo el Apóstol Pablo en Romanos 10:8-10:

"Lo que dice es: «La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.» Ésta es la palabra de fe que predicamos: «Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.» Porque con el corazón se cree para alcanzar la justicia, pero con la boca se confiesa para alcanzar la salvación."

Así que, ¿qué esperas?

Ven y confiesa hoy a Jesús como tu Señor ya que has creído que Dios lo resucito de los muertos.




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