miércoles, 17 de octubre de 2007

¿Como conseguir el conocimiento verdadero? Primera Parte

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.

- 1 Corintios 2:14-15


En este pasaje nos encontramos con dos hombres; el hombre natural y el hombre espiritual; cada uno de ellos tiene un estilo de vida diferente y camina con conocimiento distinto. El primero con un conocimiento basado en los sentidos y el segundo en un conocimiento por revelación.


El conocimiento por los sentidos es aquel que se basa en lo que dicen nuestros cinco sentidos físicos: el tacto, la vista, el oído, el gusto y el olfato. Es la verdad que se basa en nuestra propia experiencia. Es lo que muchos llaman “la voz de la experiencia”.


Cuando recibí a Jesús yo estaba en fuego por el Señor; predicaba por todos lados y siempre hablaba del Señor; cuando los hermanos con mas tiempo vieron mi entusiasmo me dijeron: “Estás en el primer amor, el próximo año, cuando se te pase, serás como nosotros.” Menos mal que no les hice caso, y más de veinte años después sigo en fuego por el Señor.


Estos hermanos mayores basaban su vida espiritual en la experiencia, y no les hizo ningún bien pues se convirtieron en “témpanos de hielo espirituales.”


1 Corintios 3:1-3

1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.

2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,

3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?


El creyente que camina en esta clase de conocimiento es llamado carnal. Un creyente carnal es aquel que su vida está gobernada o regida por los sentidos físicos.


El creyente que camina en este tipo de conocimiento trata de hacer las cosas a su manera y no a la manera de Dios.

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